Los niños necesitan moverse todo el tiempo. Ni siquiera pueden dormir en una postura, siempre están en movimiento. ¿Y si te dijéramos que tu hijo puede jugar, hacer ejercicio y educarse al mismo tiempo? Te proponemos los triángulos pikler de madera. Muy sencillos a primera vista pero extremadamente útiles. Conocer algo nuevo y aprender durante el juego ayuda a construir el bagaje necesario y a encontrar el potencial. Los primeros descubrimientos enseñan al niño a enfrentarse a situaciones de riesgo y a encontrar salidas. Al principio, los niños no tienen ninguna experiencia y aquí es donde los padres echan una mano. Por supuesto, los padres deben vigilar a los niños que juegan. Los juegos de riesgo no son 100% seguros, pero con los padres pueden convertirse en un aprendizaje para coordinar el cuerpo y evitar lesiones. La libertad de movimientos y un espacio cómodo son la clave para el desarrollo de una personalidad sana e independiente. Elige juegos que estimulen la curiosidad natural y el trabajo cerebral.
Los complejos de madera para niños, que incluyen una rampa deslizante de madera, son un auténtico parque infantil en tu casa. La base es el triángulo Pikler para niños, resulta una especie de pared sueca, sólo para niños. El triángulo Pikler también se conoce como el primer simulador en la vida de un bebé. Se trata de una escalera infantil inclinada, de dos caras, con travesaños, para el desarrollo físico de niños a partir de 6-8 meses. Y los beneficios de este tipo de actividades serán evidentes casi de inmediato. La actividad física desde una edad temprana es un gran hábito. Un complejo deportivo con rampa deslizante se convierte fácilmente en un complejo de juegos. A los niños les gusta subir por la escalera o por el tobogán más fuerte hasta la cima, que entrena a la perfección los músculos en crecimiento, y luego bajar rodando con diversión sobre una suave alfombrilla mullida donde los padres esperan a su bebé. Tal complejo deportivo de madera ayuda a los niños a adaptarse más rápido, aprender lecciones y familiarizarse con las capacidades del cuerpo, se convierten en un propósito.